martes, 28 de julio de 2009

Estoy aquí, sucediendo...


Las certezas me dejan muy solo, aquí dentro
La objetividad me condena a no dar en la tecla
Alabo el acontecer impredecible y sin reglas
Me encanta la sorpresa de los finales abiertos

Imagino mil rutas posibles, izo mis velas a merced del viento
Navego despreocupado y contento
Estoy ahí, sucediendo.

Celebro el drama de lo que sencillamente va siendo
Promuevo las descripciones y la narración poética
Percibo la tensión constante entre ser y dejar de ser
Amo vivir en permanente crecimiento, cambio, evolución, padecer.

Me gusta que un verso no sea igual a otro.
Ni en su métrica ni en su complejidad.
Dejo que sea él mismo en aquello que quiera expresar.
Ya no quiero forzar una rima para respetar una estética impuesta
Me atrevo, más bien, a darlos a luz y soltarlos tal cual se gestan.

jueves, 23 de julio de 2009

Percibirse... o la nada...


LO FATAL

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por…

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
¡ni de dónde venimos!…
Rubén Dario


Hace un tiempo me encontré con estos versos. No los busqué. Ellos me encontraron a mí. Me hallaron justo a tiempo. Yo estaba empezando a escuchar. Estaba asomándome a lo que para algunos es “otro mundo”. Era para mí como pasar de la sordera a la melodía, de la ceguera tenebrosa al arco iris más exuberante.

Me había llegado el tiempo de “darme cuenta”. Fue raro e incómodo descubrirme sintiendo, percibirme sufriendo, reconocerme llorando y sorprenderme de que podía reír tanto. Pude saber más de mí, más del mundo, más de todos. Se me presentó una encrucijada y elegí plantar mi carpa en la vida consciente. Decidí averiguar de donde venía pero mucho más hacia donde quería ir desde ese momento en adelante. Decidí reconocer todo lo que era mío: mi cuerpo, mi espíritu, mis sentimientos, pensamientos y emociones; y apropiarme de mí cada vez más.
Y así, de a poco, te vas haciendo más amigo de vos mismo…

Never knew I could feel like this
Like I've never seen the sky before...
... Come what may...

lunes, 20 de julio de 2009

Por casa...bien. ¿Y en el trabajo?

Jóvenes empresarios en un entorno de oficina se resumen en la sesión de yoga loto-plantean y relajante.<br /> photo

¿Es el ámbito laboral un espacio de desarrollo personal?


No me animo a dar respuesta a este interrogante. Me animo si, a hacer un camino.

En muchas oportunidades escuché a profesionales decir que si bien les gustaba su trabajo, la vida empezaba cuando salían de él. Manifestaban en la mayoría de las veces estar estresados a causa de tanta presión y exigencia. Por lo cual, asociaban una buena calidad de vida a algo más tranquilo, más gozoso, más contenido, más agradable. El trabajo les gastaba toda la energía y buscaban recuperarla en el deporte, la familia, los hobbies, el descanso o la vida al aire libre.

Una vez que cerraban la puerta del ámbito laboral, se sacaban la ropa de ejecutivo, operario, secretaria, ordenanza o directivo, aparecían ellos mismos en estado puro.

Creo que alcanza con esta mínima descripción para entender y empatizar con aquellos que alguna vez se sintieron así o continúan padeciendo esta grieta tan difícil de sortear.

¿Percibo mi crecimiento y despliegue como persona o sólo crecen mis habilidades, idoneidad, experiencia y capacidad de llevar con éxito mis desafíos laborales? ¿Vida personal y vida laboral son incompatibles, irreconciliables? ¿Queda hipotecada mi vida personal en pos del crecimiento laboral? ¿Vale postergarme como persona?

Una serie de temas se me disparan incontrolables y me urge reflexionar:

- ¿Cómo integrar los diversos ámbitos de mi vida y descubrirlos, a todos ellos, como oportunidad para crecer como persona?

- Parece que el trabajo desintegra más de lo que integra

- En el trabajo voy de a poco perdiendo mi vida

- Mi familia es lo más importante pero llego a casa todos los días después de la 21 y mis hijos van creciendo pero los educa otro que no soy yo.

- Hay códigos en el ámbito laboral que llevados a los demás ámbitos destruyen todo a su paso. Por ejemplo, el nivel de agresividad, desconfianza, tensión, urgencia, estrés… transpolados a otros espacios pueden destrozarlos.

- La cultura laboral tiene un marco de creencias y valores que entran en total contradicción con las creencias y valores personales y familiares.

- ¿Se puede hacer el camino inverso?

- ¿Mi vida en su máxima expresión de calidad no podría influir positivamente en el ámbito laboral y transformarlo en un espacio más agradable, amistoso, desafiante, atrayente, integrador?

- (siguen las preguntas… podrías agregar la tuya para enriquecer el intercambio)

Traigo dos frases atribuidas a John Lennon:

“La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otras cosas.”

“Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora.”


La vida es hoy, aquí y ahora… ¿Vale la pena hacer algo para que mi trabajo sea un espacio para crecer como persona?

miércoles, 15 de julio de 2009

El Rey León: El Musical


Fatshe leso lea halalela
[The land of our ancestors is holy]
La tierra de nuestros antepasados es sagrada


Una vez me dijeron que el arte es un lenguaje para expresar lo inexpresable. Un lenguaje que revela y oculta, que se esconde y se muestra. El arte no es simple, ni ingenuo, ni superficial. Tiene una segunda lectura, doble sentido; lo que se ve es sólo una parte y quizás esa parte - la que se ve - sea la menos valiosa de todas; el arte quiere desconcertar al testigo necio que pretenda captar en una fugaz ojeada la riqueza del misterio oculto… por eso, el arte es propio de los contemplativos; de aquellos que no quieren atrapar y poseer la obra sino de los que aceptan y reciben la luz que viene oculta a través de los diferentes modos en los que el arte se expresa.

Con la torpeza de las palabras quiero contarles algo de la luz que se asomó en estos días. Y digo “algo” porque yo tampoco soy contemplativo y tengo bastante de necio a la hora de querer atrapar los misterios.

En África reinaba un delicado balance que cada jefe de raza había mantenido durante años. Ellos eran parte de ese balance armónico en el cual la vida los había encontrado. Esa armonía se bebía de generación en generación y el ciclo de la vida no se interrumpía ni poseía aristas punzantes que pudieran lastimar o modificar el transcurrir de la existencia en todas sus formas.

Esa es la máxima que Mufasa transmite a Simba y le advierte que esa será su tarea, su mayor tesoro y su carga más pesada.

La ambición por obtener y apropiarse los tesoros impulsó a algunos parientes a desequilibrar la balanza y romper la armonía. El discurso era seductor: “Pueden convivir en el mismo mundo hienas y leones”. Pero bien sabemos que esos discursos son una emboscada para los espíritus más puros e ingenuos.

Para obtener lo deseado hay que romper con el pasado… y huir. Skar mata a Mufasa… y Simba huye. Y para callar la conciencia acepta esta nueva filosofía que colabora en el olvido de su identidad. Para adormecer el dolor de lo amado, para callar el grito que nace de la herida de la pérdida y del abandono… “Don´t worries for the rest of your day”.

Pride Rock queda en ruinas, desvastado. Pobreza y miseria reinan en Africa, no por los africanos sino por razón de algunos “parientes” que no han nacido con esta máxima en su sangre ni en su piel. Se han devorado el balance y la armonía como si fuera carroña. {} “I never thought hyenas essential, they're crude and unspeakably plain. But maybe they've a glimmer of potential if allied to my vision and brain” {} Yes, our teeth and ambitions are bared - Be prepared!

Rafiki, el mono, encarna la sabiduría de los ancestros, de los que te miran desde las estrellas, de los llantos de la tierra, la de los cantos y las danzas; la sabiduría eterna de toda una raza creada para la armonía.
Para rescatar a Simba golpea su cabeza y le recuerda su identidad. ¿Quién sos? You are Mufasa´s son, he lives in you… y la vuelta a sí mismo se expresa a través del canto de agonía, lleno de dolor y amor ausente en “Endless Night”.

El primer regreso es a su propio corazón, al corazón de su raza, al centro de su historia, iluminado por las estrellas de sus ancestros. Habiendo recuperado su identidad, Simba sabe cual es el próximo paso: volver a Pride Rock y restaurar el equilibrio perdido.
Nala lo lleva por otro camino. El camino de quien lo ama. Simba, entonces, recuerda un amor. Y eso lo trae de vuelta.


“One by one” merece escucharla y contemplarla como un gemido que nace del fondo de la raza africana… (los dejo escuchar el gemido)

Ibabeni njalo bakithi [Hold on tight, my people]
Ninga dinwa [Don't get weary]
Ninga phelelwa nga mandla [Don't lose your strength]
Siya ba bona [We can see]
Bebe fun' ukusi xeda [They wanted to hold us back]
One by one
Ngeke ba lunge [They will not succeed]
One by one
Sizo nqoba [We will win]
One by one
Ngeke ba lunge [They will not succeed]
One by one
Sizo nqoba [We will win]
Ngoba thina [Because]
Siya zazi [We know who we are]

Ngoba thina [Because]
Siya zazi [We know who we are]
Zobona bayabaleka [Come and see]

Zobon, zobona [The cowards are running away]
Zobon, zobona
Zobon, zobona
Zobon
Amagwala

Ibala lami [The color of my skin]
Elimnyama [That is dark]
Ndiya zidla ngalo [I'm proud of it]

Ibala lami [The color of my skin]
Elimnyama [That is dark]
Ndiza kufa nalo [I will die with it]

Ibala lami [The color of my skin]
Elimnyama [That is dark]
Ndiya zidla ngalo [I'm proud of it]

Kumnandi [Oh yes]
Kwelakakith Eafrica [It's beautiful in Africa]

No voy a sacar conclusiones… sobre el bien y el mal… una obra de arte se describe… por eso, expresaré en el idioma de ellos lo que sentí al escucharlos…
Kumnandi Kwelakakith Eafrica!!!

martes, 14 de julio de 2009

Por tantas cosas que dices con tus manos sobre el piano...



Ecos de una Zamba Nueva


¿De dónde vendrá esta Zamba Nueva que entre llantos y agonías traspasa el límite de lo terreno?

Ella trae la nostalgia de sueños inconclusos pero jamás abandonados. Sueños musicales que despertaron la vida del alma y revelaron la existencia de un mundo secreto.

La música brota por la rendijas abiertas del cuerpo vulnerado y grita su deseo tan hondamente inconfesado. La melodía es un fresco manantial que inunda mis sentidos de magia sombría. Claroscuros emocionales, contrapuntos viscerales.

La Zamba Nueva recuerda formas antiguas, transita dolores y llantos, espera milagros y risas.

Sus aromas son violines, dulces, íntimos, vitales; su cadencia está marcada por el seco golpe del bombo describiendo lo inevitable. Una flauta sostiene el drama y la maravilla de una vida intensa. Un piano recorre la historia y los chelos lamentan que el tiempo se acorte. La voces se adelantan a las noches de vigilia y en silencio disfruta el alma del artista.

En cada hombre late una zamba. Sólo el sabio del arte la descubre, la da a luz y la deja sonar ante los oídos de la humanidad.

¡Gracias Griego!

viernes, 10 de julio de 2009

El dialecto de la noche



Un navegante aprende a descifrar e interpretar las señales, los signos, los símbolos que conforman el mundo marino. Los vientos, las corrientes, las nubes, las olas, los pájaros, los árboles, y todo aquello que le pueda dar información para orientarlo, como por ejemplo, las boyas, balizas, faros, torres, antenas, estrellas.

De muy chico empecé a familiarizarme con el arte de observar la naturaleza, interpretar señales y dejarme guiar por ellas. Es impresionante la cantidad de información que puedes sacar de una nube, de un cambio de viento, del color del cielo, de la intermitencia de un faro o de la humedad del aire.

Es una linda sensación descubrir tantos aliados, amigos confidentes, que te acercan su sabiduría para que la puedas utilizar de la mejor manera. A los 6 años descubrí que una tormenta podía ser mi amiga. Sólo tenía que saber como pararme delante de ella.

También aprendí que una corriente marina o de río es un continuo fluir con destino propio. Que puedes dejarte llevar por ella y no siempre lo mejor es remontarla en contra.

Aprendí también que las nubes no son solamente pompones decorativos del cielo. Tienen energía, vientos escondidos, y mucho misterio.

Las experiencias más fascinantes que viví como marino fueron de noche y con tormenta.

La noche es especial. La tormenta, maravillosa. Me atrae la oscuridad. Me enloquece la tormenta. Es inmensa la noche y, cautivante la tormenta. La noche habla con silencios y, la tormenta con elocuencia brutal.

Durante la noche, son los faros y las balizas quienes te indican tu posición. Son señales lumínicas con una definida intermitencia. En la más oscura de las noches es cuando mejor se distinguen estas luces. Navegar de noche me dio una comprensión diferente de la oscuridad. Hablo de las noches oscuras de los hombres, del corazón ciego, del alma turbada y temerosa, de la angustia ante los callejones sin salida, de la confianza en dejarse guiar por sabios señaladores de rutas y senderos alternativos.

Una noche, con fuertes lluvias y sudestada potente navegábamos con una pequeña vela de proa. No había buena visibilidad. Nuestros aliados estaban escondidos por las olas y la niebla. El barco era sacudido por la tormenta. Yo estaba al timón, agarrándolo con firmeza. Sentimos un fuerte golpe en el quillote. Rápidamente buscamos en la carta de navegación. Era el respingo rocoso de una isla. Creímos que se venía lo peor. El barco soportó el impacto. Supimos, gracias al golpe, donde estábamos. Corregimos el rumbo que había sufrido un pequeño desvío por las olas y al rato se abrió paso, delante de nosotros, un destello blanco que cada 10 segundos celebraba la llegada al puerto de destino.

Todo este episodio duró como tres largas horas. Las noches, a veces son largas, pero cuando aprendes su dialecto, se transforma en una experiencia muy reveladora.

lunes, 6 de julio de 2009

Así sabrás quién eres...

Se esconde por pudor y se revela para ser creído


En una cueva de piedra Maximus contemplaba dos pequeñas estatuas. Representaban a su mujer y a su hijo varón. Ellos habían sido asesinados de manera cruel. Y quien sabe en qué mundo ellos lo estaban esperando.

Una lámpara de aceite sostenía la escena en silencio. Con pasos muy suaves, se acercó su amigo, el africano y le preguntó… ¿Te escuchan? Él respondió: Sí. Juba agregó: ¿Y qué les estás diciendo? Maximus continuó: “A mi hijo le estoy diciendo que cuando cabalgue, ponga el pie derecho firme en el estribo y que pronto estaré con él. La curiosidad de Juba quiso ir más allá y le volvió a preguntar. ¿Y a tu mujer? … Maximus le dirigió una mirada cómplice y le respondió… “No es asunto tuyo”…

Y, esbozando una sonrisa, Juba se retiró en silencio… admirado y pensando que lo más sagrado del amor se guarda en el delicado espacio de lo íntimo.

La riqueza de una persona permanece oculta en el vínculo de amor. Maximus se descubre como hombre delante de los ojos de su mujer. En el modo en como ella lo mira, él ingresa a una profundidad de sí mismo que solo no hubiera conocido jamás. El resplandor de los ojos de su amada le revela algo de su propio misterio. Cada vez que eso sucede, una escena se repite en su memoria: “Un inmenso campo de trigo con las espigas ondeando al compás del viento. Sus manos acarician las espigas y una sensación de plenitud invade su alma.”

¿Se puede ingresar al misterio de esos dos que se miran en silencio habitándose mutuamente?

Cuando no nos hemos habitado y no hemos descubierto el gozo de recorrer nuestro paisaje interior en silencio y agradecidos… dejamos que cualquiera pasee por nuestras cuevas sin la capacidad de valorar cada rincón como espacio sagrado. Abrir las puertas a cualquiera es un signo de quererse poco… y de querer comprar la permanencia al precio del maltrato de mi riqueza interior.

“No tiren perlas a los cerdos” reza el refrán. Si lo leyera por lo que no dice… encontraría que “tengo perlas”, que son para darlas… pero no a cualquiera.

¿Cuál sería el desafío? Descubrir ese amor que recibirá de modo sagrado lo sagrado que soy.

No quisiera negociar con mis perlas la permanencia de nadie al precio de maltratar lo sagrado que soy. No quiero que ningún “cerdo” confunda mi vulnerabilidad con barro en el cual puede revolcarse. Sólo una mirada sagrada podrá descubrir la transparencia de mi barro. Y una mirada amorosa verá en ella una perla.

El misterio de una persona se hace claridad para alguien que posea un corazón puro. La mirada simple no se detiene en lo anecdótico del carácter. Trasciende las formas para habitar los fondos. Si vas en busca de las formas encontrarás la muerte… si vas en busca de la vida… el amor te revelará la forma.

Cuanto más profunda es la exposición interior entre dos personas… tanto más pide el pudor de protegerlo en la intimidad. La desnudez del cuerpo es fruto de la desnudez del corazón. Lo que se insinúa es más seductor de lo que se muestra. Lo que se oculta fascina más que lo que se expone.

En el modo de mirarse sólo sabremos que el amor es verdad… y eso es lo único que debemos saber acerca del amor… si es verdad y, por lo tanto, si es digno de ser creído…

El signo del amor verdadero será siempre sencillo. El amor crece hacia la austeridad de los signos… una mirada… una suave y sutil caricia… un beso en la frente con los ojos cerrados… una delicada sonrisa…

La grandeza del amor es ser pequeño…; su fortaleza… ser inmensamente frágil…; su solidez… ser vulnerable…; su palabra más elocuente… el silencio; su riqueza la encuentra en el despojo y su paz descansando en aquel que entregándose por entero ha dejado su corazón vacío de sí mismo para recibirte.

Sin dejar de ser tú, dejarás que te habiten para que tu amor le cuente quién eres. Y en el resplandor de su rostro descubrirás quién eres tú…