jueves, 22 de septiembre de 2011

Desde la abundancia

Tengo un sueño… vivir más desde el deseo y menos desde la necesidad. Sería como dejar de vivir desde la carencia y más desde la abundancia.

Creo que sería el fruto de un proceso interior en el cual vamos reconociendo, aceptando, digiriendo los acontecimientos de la propia historia y dejamos de reclamar lo que no nos fue dado, de buscar a los culpables de nuestras angustias, impotencias, frustraciones e injusticias, de llorar en el presente lo que antaño nos lastimó.

Vivir desde la carencia te hace esclavo, víctima. La queja se arraiga en tus huesos. El reclamo es lo primero que pronuncian tus labios. Las relaciones se hacen posesivas y exigís a todos como si te debieran algo.

Y casi, casi, que pedís perdón cuando algo te sale bien…

Lo importante no es lo que hagan de nosotros sino lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros. J. P. Sartre

¿Cuánta autonomía necesito tener para poder conectarme con lo que sucede aquí y ahora?

Para no devaluar los gestos de hoy por facturas impagas de ayer…

Autonomía del pasado. De todo aquello que en el pasado me faltó.

Para no estar esperando que el abrazo que me da mi amigo supla el abrazo que mi padre nunca me dio y pueda, así, recibir el abrazo de mi amigo, puro y limpio tal cual me lo da.

Que una cosa no reemplace la otra. Que el afecto de una persona no reemplace al de otro. Me parece hasta injusto.

Lo que no recibí, ahí quedará, flotando hasta que haga el duelo y lo acepte. Y además, me parece que debo hacer justicia, valorar en su justa medida lo que ahora sí estoy recibiendo.

Llorando el ayer me pierdo las maravillas de hoy.

¿Cómo aceptar esos vacíos, silencios, ausencias, injusticias; sin revanchas, rencores, resentimientos?

¿Cómo tejer una nueva estima, un fuerte autoconfianza, un ego sano, una equilibrada valoración de uno mismo?

¿Cómo hacer para que lo de hoy se explique simplemente porque lo que soy hoy y no, por lo que no pudo ser en el pasado?

No tengo recetas mágicas.

Pero por momentos… percibo que este sueño se hace realidad…

Y la sensación es increible.