miércoles, 13 de abril de 2011

Esa exigencia que me impide disfrutar…

Podría destilar una reflexión acerca de este tema sólo basándome en mi experiencia personal.

Afortunadamente, y habiendo escuchado a mucha gente, ¡descubro a tantos en mi misma situación!

Parece como si estuviéramos programados con el mismo software que nos hace procesar lo que vivimos de la misma manera.

Y a la vez, lamentablemente, somos tantos los que nos auto exigimos a un nivel, en una intensidad, que carecemos de aquello que llamamos: Calidad de vida, que no es otra cosa que descubrir la manera de disfrutar.

A esa exigencia que me impulsa a ir por más la llamaría: ambición. Es buena. Nos desafía. Nos hace corrernos de la zona de confort para aprender algo nuevo, para subir la vara, para ampliar los horizontes, para competir y obtener mejores resultados, para desarrollarnos como personas, para probar nuestro temple, para sentir esa satisfacción de haber podido…

Y la otra… la otra exigencia que nos transforma en nuestros peores enemigos, que descalifica cualquier acción confinándola a la categoría de: “Era lo que debías hacer”. Personas insatisfechas y vacías. Ansiosas y angustiadas. Incapaces de permanecer un instante al amparo de lo conseguido. No hay tiempo para celebrar porque tampoco hay motivos para hacerlo. Este camino lleva a la amargura. Nada llena el corazón de estas personas que están siempre saliendo hacia lo que está por venir… no hay presente. El pasado el vergonzoso y el presente muy vacío… por eso… a correr tras los desafíos para calmar mi sensación de: “Sólo seré valioso cuando logre algo importante”.

Empeñamos la vida, y así se nos va sin poder morder el fruto maduro, sin la capacidad de un Carpe Diem. Recuerda que mañana serás abono para los gusanos… Eso dice el poema en la famosa película…

Articulando libros, sagrados y profanos (no creo en esta división medieval) diría: Disfruta hoy, el mañana se inquietará por sí mismo.

Pero todos queremos disfrutar… la pregunta sigue siendo: ¿Cómo hacer?

martes, 12 de abril de 2011

Para que un Consultor Psicológico

La CONSULTORIA PSICOLÓGICA - COUNSELING es una Profesión de Ayuda, interventiva y preventiva, donde un Profesional Consultor - Counselor, realiza entrevistas con Personas o Grupos que atraviesan un momento de DESORIENTACIÓN o CRISIS o que desean profundizar su DESARROLLO PERSONAL, sirviéndose de la comunicación verbal, mediante un proceso activo de aprendizaje Cognitivo-Emocional, que provoca la recuperación o profundización de su estado de Bien-Estar: Bio, Socio, Psico-Espiritual, para que continúen con su Crecimiento y Despliegue Personal.

Objetivos del proceso de ayuda:

El Counselor facilita que el Consultante:

- Se reorganice
- Se auto explore
- Se escuche a sí mismo
- Se acepte
- Valide y reconozca su mundo interno
- Se auto realice
- Se auto perciba
- Tome conciencia de su propio poder
- Se con - mueva
- Despligue todo su potencial
- Descubra dentro de sí su centro de valoración positiva incondicional

El Compromiso del Counselor para con el Consultante:

Prevención y Promoción del BIEN-ESTAR individual y relacional

Acompañar emocionalmente y Asesorar

Asistencia para los procesos de Cambio

Asistencia para la Resolución de Conflictos y Toma de Decisiones

Facilitar el Proceso de Despliegue de Potencialidades