lunes, 21 de marzo de 2011

Lo que fue bien sembrado está destinado a florecer

“La lluvia al viento le dijo, tú arrasa que yo inundaré...
Castigaron tanto el lecho del jardín
que las flores se arrodillaron para protegerse,
se doblegaron pero no murieron...
¡Yo sé lo que esas flores sintieron!”

Robert Frost



Hay algunos que creen que cuando lleguen a estar al frente de algo, proyecto, equipo, institución, etc, empezará la verdadera historia. El pensamiento que ellos traen es que todo lo que se hizo anteriormente estuvo mal. Hay que arrancar de cero y bien. Y ellos son los únicos que saben hacer las cosas bien. Con el ánimo de hacer las cosas de la nada, destruyen y aniquilan lo que se ha ido haciendo. Por concepto: “ todo lo anterior fue malo”. Enfocan su cañones en destruir proyectos, iniciativas, plantas en sus primeros brotes, arransan como lo hacía Atila, con todo lo que encuentran a su paso. Así, también, en el camino destruyen personas con gran talento y las expulsan, simplemente, porque pertenecían a la “gestión” anterior.

¿No hubo nada para rescatar, valorar, y celebrar en aquello que recibiste?

¿No pudiste ver nada de lo que nace, vive y late de valioso en las personas que te rodean?

¿No será un tema de tu incapacidad para ver? ¿Maldad? ¿Miedo? ¿Envidia? ¿Soberbia actitud de omnipotencia?

Lo que se siembra con buena semilla, en buena tierra y por hábiles agricultores, al ser fecundado por agua pura, crece y vive para siempre.

Hagan lo que hagan ya no muere más porque esas profundas vivencias quedaron grabadas en la memoria eterna de los que las experimentaron...

Tengo una mala noticia para aquellos que quieren parecerse a Atila... el pasto bueno siempre vuelve a crecer... y al tiempo... el campo se llena de flores...