martes, 1 de febrero de 2011

El cómo es el quid de la cuestión

En muchas situaciones de la vida, frente a desafíos, problemas, encrucijadas, conflictos, podemos llegar a descubrir qué es lo que tenemos que hacer. Inclusive lo conversamos con otros para fortalecer nuestra decisión. Llegamos con cierta claridad a definir qué hacer. A mi me da la sensación de que en la mayoría de los casos sabemos qué hacer.

En donde se nos genera el problema es en cómo hacerlo. Ahí es donde todos discutimos y en realidad pocos saben cómo hacerlo.

Es muy fácil decirle al otro: qué es lo que debería hacer. Y después de que te dicen preguntás: “Bueno, ¿Y cómo lo hago?” El Gurú de turno levanta los hombros y con cara de póker te dice: “Hmm, no sé, fijate, probá”

Más de una vez me descubrí diagnosticando y sentenciando caminos. “Vos, deberías hacer esto o aquello”, como si fuera un vidente arrogándose la omnisciencia y la omnipotencia de quién sabe qué dios sabedor de todas las cosas.

Yo no sé lo que cada persona tiene, debe, o quiere hacer.

Pero si querés... te acompaño en el camino. Si querés podemos generar una atmósfera para que explores tu interior sin amenazas, con confianza y contención.
Hasta donde quieras abrirte, profundizar, explorar, cuestionarte, depende de vos. No iré adelante. No iré detrás.

Hace un tiempo que he cambiado mi abordaje. ¿Si me preguntás? Te cuento qué hice yo y cómo lo hice. Comparto lo que sucedió en mí a partir de eso. Puedo mostrarte los frutos de mi “qué hice” y de “cómo lo hice”. ¿Si eso te aporta algo? ¡Genial! Lo celebraremos. Y si lo mío en nada te ayuda, seguiremos buscando juntos el qué y el cómo de aquello que estés necesitando encarar.

Los artesanos de antes, y digo los de antes porque era sabido que tenían aprendices, enseñaban el cómo del oficio con mucha paciencia, entrega, humildad, transmitiendo los secretos y misterios de ese arte. Ellos tenían muy claro el qué y eran muy sabios, generosos, exigentes y dedicados a explicar el cómo.

Yo creo que hoy quedan pocos artesanos de aquellos. Hay pocos que se dedican a compartir el cómo en la extraordinaria experiencia de vivir.

Quizás también queden pocos aprendices con ganas de escuchar a los sabios...

Quizás queden pocos sabios...

Quizás hay más pioneros, emprendedores, libre pensadores y autodidactas

No lo sé...

Sea lo que sea que exista o haya dejado de existir... creo que: en el cómo está el quid de la cuestión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno!.Gracias por compartirlo y dejerme pensando en el "cómo" de algo que se tengo que reselver.
Chau
Regina

Mery dijo...

Qué sorprendente lo que pueden hacer las pocas ganas de estudiar. Una empieza a ir de blog en blog, chusmeando y leyendo, y termina encontrando a un viejo amigo. Hace poco anduve por Roma y Asís, me acordé mucho de todos ustedes. Volver a visitar un lugar en el que uno ya estuvo es revivir recuerdos, resignificar espacios, verse a uno mismo con diez años de perspectiva. Pavada de década...

En fin, coincido con vos, yo también creo que en el cómo está el quid de la cuestión. Creo también que cuando uno pide consejo sabe a quién pedirle y lo pide a esa persona porque sabe lo que le dirá, y espera que le digan eso mismo. Lo decía algún filósofo, ya ni me acuerdo cuál.

Una alegría leerte, tendré que volver más seguido.

Un beso enorme,

María