martes, 11 de enero de 2011

La adversidad como oportunidad para un impulso renovado.

Con esta frase comenzó mi amigo la conversación: “Yo no me caí con un avión en los Andes ni quedé atrapado por el derrumbe de una mina” pero aún así tengo cosas muy valiosas para decir acerca de la Resiliencia...

Esto, a mi entender, es genial. Querido Juan. Sos un genio.

¿Sólo se aprecia la capacidad resiliente de aquellas personas que sufrieron una tragedia y han podido seguir viviendo, a pesar o gracias a ella?

¿Y los simples mortales como nosotros que en la cotidiana estamos expuestos a innumerables dificultades?

¿No vale acaso el intento perseverante por superarnos, por atravesar los conflictos y encarar las dificultades de modo cotidiano?

¿Tiene más valor un hecho puntual que como carrera de 100 metros llanos es explosiva y atrayente; más que un maratonista que a ritmo sostenido persevera en el tiempo en actitud de superación?

Tengo más preguntas que lo que buscan es dar razones para que podamos creer en la resiliencia del hombre y de la mujer común tanto como en la de aquellos que han padecido una tragedia y han hecho de ella una escuela de vida, de esperanza, de creatividad y superación.

El termino resiliencia, que es de uso común en el área de la Psicoterapia, ha comenzado a ser utilizado recientemente dentro del campo empresario. En realidad, este termino nació en nuestro
lenguaje como un término de índole técnico, con el siguiente significado: “El poder que tienen ciertos materiales - especialmente los metales- de oponer resistencia a la ruptura por choque o por fuertes presiones y volver a su estado o forma inicial". Desde ya, no es éste el concepto sobre el cual vamos a trabajar sino aquél que se refiere a la resistencia humana al stress, los cambios y las
presiones.

"A la Resiliencia se la entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas" (Edith Grotberg, 1998).


Las fuentes interactivas de la resiliencia: de acuerdo con Edith Grotberg (1997), para hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, los niños toman factores de resiliencia de cuatro fuentes que se visualizan en las expresiones verbales de los sujetos (niños, adolescentes o adultos) con características resilientes:


“Yo tengo” en mi entorno social.

“Yo soy” y “yo estoy”, hablan de las fortalezas intrapsíquicas y condiciones personales.

“Yo puedo”, concierne a las habilidades en las relaciones con los otros
...

Tengo: Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalmente.
Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros. Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder.
Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo.
Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro, o cuando necesito aprender.

Soy: Alguien por quien los otros sienten aprecio y cariño.
Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.
Respetuoso de mí mismo y del prójimo.

Estoy: Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.
Seguro de que todo saldrá bien.

Puedo: Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.
Buscar la manera de resolver mis problemas.
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.
Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

Confirmo a través de este material y declaro una vez más que:

Creo en la fuerza interior que cada persona tiene para resolver los conflictos que se le presentan.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que la resiliencia es algo que poseemos todos los individuos, no importa la experiencia vital a la que nos hayamos enfrentado. Lo importante es que llegada esa experiencia, podamos sostenernos y encontrar recursos para seguir adelante.
Algo que nos permitirá ser "resilientes" es actuar con empatía frente al otro: la empatía genera canales de encuentro que nos hace salir de nosotros mismos para ir al encuentro del otro. Es más que la simple tolerancia.

Gonzalo Sanjurjo dijo...

Gracias Mauricio! Excelente el aporte. Me honra tu visita.
un abrazo

Anónimo dijo...

Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar. Gente de mano caliente por eso de la amistad, con uno lloro, pa’ llorarlo, con uno rezo pa’ rezar. Con un horizonte abierto que siempre está más allá. Y esa fuerza pa’ buscarlo con tesón y voluntad.

Atahualpa Yupanqui

Anónimo dijo...

Pasa tu zamba por la noche oscura, y el eco de tu voz en la llanura sigue buscando luz y primavera.

Atahualpa Yupanqui
Bendita fuerza interior! de busqueda y encuentro!!!