lunes, 29 de noviembre de 2010

Uno... íntegro... fusión... comunión...

Era el día ideal. Cielo despejado. Un lindo sol de primavera. Vientos del este – sudeste entre 10 y 12 nudos. Ricas provisiones y buenas compañías. Me fui al río. Icé las velas y me lancé a navegar…

El aire estaba semi – húmedo, por momentos fresco, de a ratos templadito. El viento me daba en la cara. Timón en mano, firme y sensible. Todas las velas desplegadas. El cuerpo acompasando las olas. Respiraba hondo sin piedras en el camino. Mi ojo derecho semi – cerrado para protegerme del reflejo del sol en el agua. La proa del barco abría las olas como agudo bisturí en manos de un meticuloso cirujano.

Y no pensé…

No reflexioné…

No controlé nada…

No me preocupé por el futuro…

No recordé el pasado…

Estaba todo… ahí…

Uno con el viento…
Uno con el agua…
Uno con las olas…
Uno con el barco…
Uno con el sol…
Uno con el cosmos…
Uno conmigo mismo…

Fusionado…
En comunión…

No tengo moralejas… no saqué nada en limpio… porque todo era limpio…

Experiencia donde desaparecés y te encontrás plenamente…

Nada… todo… lo comparto… no hice otra cosa que navegar...

2 comentarios:

Maria Belen Vuoto dijo...

Qué lindooooooooooo!!!!!!!! yo quiero :)

Anónimo dijo...

Bien Bonito!un poco utopico...!pequeñaz experiencias que reflejan nuestro deseo más profundo.SER Uno!!!