lunes, 12 de abril de 2010

Leven anclas!!!

La mayoría de nosotros, los navegantes, soñamos alguna vez con ser piratas. Existen mares de tinta derramados en los relatos épicos, románticos, dramáticos, aventureros y supersticiosos de los piratas y corsarios.
Crecí bajo las leyendas del pirata Sandokán, Capitán Blood con Errol Flynn, El Halcón de los Mares, el Corsario Negro hasta Jack Sparrow en nuestros días.

Todos estos personajes fueron alimentando mi “pasión irrefrenable por el mar”.

Un símbolo que aparece en Piratas del Caribe, es la curiosa brújula del capitán Jack Sparrow. La curiosidad radica en que esta brújula no apunta al norte como todas sino que apunta a tus deseos. Este símbolo me dejó pensando.

¡Qué bueno tener una brújula que apunta a tus deseos!

Ante la pregunta: ¿Qué es lo que quiero? Miraríamos la brújula y emprenderíamos el viaje hacia ellos. Simple. Cuando un navegante encuentra su rumbo, dirige el timón hacia allá, orienta las velas según el viento, y compromete a toda su tripulación para alcanzar el objetivo.

Al momento de establecer la analogía con la vida descubro que no siempre tengo claro qué es lo que quiero. No siempre mis deseos se me manifiestan con claridad. A veces no sé como declararlos, nombrarlos, discernirlos, identificarlos, etc.

A veces los detecto. Tomo contacto con ellos. ¿Y qué pasa? No me animo a sacar mi barco del puerto, soltar todas las velas y largarme al mar. El barco está seguro en el puerto. Pero… los barcos están hechos para navegar y no para quedar amarrados y anclados. ¡Algunos barcos ni siquiera han ingresado al agua!

Imaginen un barco que va sin rumbo, un capitán desconcertado y una tripulación que empieza a dudar de sí misma y de su líder. ¡Caos total!

Existe una manera de tomar contacto con los profundos deseos del corazón: desarrollar la inteligencia emocional.

Una persona emocionalmente inteligente:

• Desarrolla habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir frente a decepciones; controla el impulso y demora las gratificaciones, regula el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas.

• Gran parte de las pruebas muestran que las personas emocionalmente expertas – las que conocen y manejan bien sus sentimientos e interpretan y se enfrentan con eficacia a los sentimientos de los demás – cuentan con ventajas en cualquier aspectos de la vida, ya sea en las relaciones amorosas íntimas, o en elegir las reglas tácitas que gobiernan el éxito.

• Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en la vida; y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad.

• Las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad.


• La frase del oráculo de Delfos; confirma esta piedra angular de la inteligencia emocional: la conciencia de los propios sentimientos en el momento en que se experimentan.

• Conciencia de uno mismo (self awareness) una atención progresiva a los propios estados internos.

Se puede empezar por acá.

Los invito a soltar amarras, levantar el ancla, desplegar las velas…

¡Vayan por aquello que desean!

4 comentarios:

Maga Blanca dijo...

Lindo mensaje para arrancar la semana!
Gracias

D.E.E

Anónimo dijo...

Muy bueno Gonzalo, llega mucho.
Un abrazo!
Liso

Gonzalo Sanjurjo dijo...

Muchas gracias por sus comentarios.

A los amigos de Chile y Colombia les mando un gran abrazo

Anónimo dijo...

COMPRO!

DONDE SE CONSIGUE?

YO QUIERO ESA BRUJULAAAAA!!!!!!