-
¿Estuviste
ahí cuando murió?
-
Si,
estuve con él hasta su último suspiro, respondí.
-
¿Y,
cómo murió?
- Mejor
te contaré cómo vivió…
Este
diálogo entre el Capitán Nathan Algren y el joven emperador de Japón hablando de
Katsumoto, es el final de la película “El último Samurai”.
Extraño y
escalofriante es el último suspiro del viviente. El tiempo se detiene. Es un
instante eterno. Lo irreversible teje una trenza con la calma. El llanto con la
verdad que se impone. La incredulidad con lo evidente. La fragilidad y el límite
te derriban con prepotencia. La muerte es parte de la vida. Inesperada,
tajante, natural…
Si tuviera
que elegir tres momentos para compartir con mis amigos diría: 1. El momento más
feliz de su vida; 2. Un experiencia de la cual hablar mil años; 3. la muerte de
un ser querido.
Hace poco,
murió Luis, el padre de una gran amiga. Yo estaba de viaje y sentí
profundamente no poder estar. Hice de todo para conectarme. La tecnología nos
permite llegar a donde antes no llegábamos. De igual modo… la ausencia física
no la podía superar.
No pude
reunirme con ellos para despedir a Luis. Reconocieron mi esfuerzo por estar y
algunos días después pude darles un abrazo.
Les
pregunté ¿Cómo fue esa despedida? Y ellos me respondieron: “Lo hicimos a su
manera” Lo despedimos tal como había vivido.
Pienso que la manera
de despedir a nuestros seres queridos habla mucho de cómo vivimos…
¿Cómo estás
viviendo?
En memoria del Cholo, Ana, Matu, El Doc, Mili, El Griego, Nico, Luis...
Te dejo la escena de la película. http://www.youtube.com/watch?v=HWf6KvoGgAI
No hay comentarios:
Publicar un comentario