domingo, 7 de agosto de 2011

La canción de tu alma para encontrar lo perdido

Algunos cuentos como las canciones de cuna tienen un poder mágico. Son un lenguaje que nos ayuda a expresar sensaciones maravillosas, crear mundos fantásticos, conectarnos con personajes míticos. Los cuentos y las canciones de cuna hacen posible lo imposible, creíble lo increíble. Transforman el tiempo en eternidad.

Anoche fui a ver un musical llamado Brooklyn. Un trovador que canta historias en las oscuras calles de Nueva York. Una niña que ha perdido a su madre porque esta se suicidó. Un padre abandónico, ex combatiente, bohemio y sensible. Temeroso del amor. Romántico y cagón. Músico.

Comienza a componer una canción de cuna que nunca termina. Con ella enamora a Faith. Tienen su noche de pasión y desaparece. Se marcha a la guerra y nunca más se sabe de él.

Faith da a luz a Brooklyn. Le cuenta acerca de su padre y le canta la inconclusa canción de cuna. Brooklyn aprende el inconcluso Lullaby, y al cantarlo empieza la dramática búsqueda. Se lanza al mundo a buscar a su padre.

Cuando canta se conecta profundamente con su madre, y además mantiene viva la esperanza de encontrar a su padre, Taylor Collins.

De aquí en más, sigo mi reflexión. Los cuentos y las canciones logran conectarnos con experiencias intensas. Es la aventura que mi padre o mi madre deciden emprender conmigo. El cuento y la canción son el puente para que el adulto se haga lo suficientemente pequeño para entrar en el corazón de un niño, habitarlo, hacerle compañía. En la canción de cuna que le cantas a tu niño te transformas en el dulce huésped de su alma, en el intérprete de sus emociones, en el guía de sus pensamientos, en el consejero de sus decisiones. En la canción se conectan las almas, se encuentran los corazones, se crean lazos indestructibles, se concluyen historias truncas…

Ninguna vida queda inconclusa cuando hay una historia que contar o una canción que cantar… porque puedes crear el mejor final, el que hubiera merecido esa persona, el final que soñaste para él.

Canta tu vida, cuenta tu historia y, mientras tengas memoria, no sufrirás pérdidas, porque aún en la ausencia, podrás encontrarte con quien quieras. Ciertas ausencias no crean vacíos, son un nuevo modo más intenso de estar presente.

1 comentario:

Ojitos dijo...

Gonza comparto de corazon y en verdad que ciertas ausencias..crean un modo más intenso de estar presente.
¡Gracias!Dios te bendiga!