lunes, 11 de enero de 2010

Distorsionar para no sufrir...

Un prejuicio cognitivo (del inglés cognitive bias, ‘predisposiciones cognitivas’) es una distorsión cognitiva que afecta al modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

El prejuicio nos lleva a establecer relaciones con personas imaginarias. Abordando las situaciones de la vida con el prejuicio como actitud defensiva genera en nosotros sentimientos y emociones que nos alejan de lo que verdaderamente pasa. El prejuicio genera un mundo propio, a parte, parcial, autista.

Imagino que algo sucederá de una manera y me preparo para eso o intento por todos los medios de evitarla. Me adelanto a los sucesos creyendo en la previsibilidad de las personas. Y, que según lo que yo conozco de esta o aquella, de este o aquel, “esto es lo que va a suceder o lo que me va a contestar, o las decisiones que va a tomar”.

Así nos vamos preparando para recibir el “NO”. Y dejamos de intentar. Ahora… ¿Y, si de repente, lo intento, y me dicen que SI? La sorpresa es tan grande que me quedo paralizado. Estaba tan “armado” para un rechazo que cuando me aceptan no sé qué hacer.

La previsibilidad es la muerte de toda libertad, todo se sabe de antemano y acumulando certezas pretendemos saber todo lo que puede suceder. Así nos vamos cerrando a la experiencia. Nos defendemos de lo real, de lo que puede acontecer “aquí y ahora” con la riqueza y sorpresa que en cada momento la vida me puede traer.

Generalmente imaginamos el peor escenario y para evitarlo, desarrollamos el prejuicio.

 Hay mucho miedo a perder el control
 Una sensible percepción de inseguridad
 A no saber manejar las diversas situaciones
 A ser rechazado o ridiculizado
 A salir herido, lastimado, maltratado
 A quedar expuesto y vulnerable

Para dialogar con mis prejuicios propongo algunas preguntas para desentrañar su mensaje de fondo.

¿Tengo miedo? ¿De qué?
¿Cuál es el peor escenario que me imagino?
¿Siento que algo de mí puede estar amenazado?


Podemos reducir los riesgos. No quisiera cerrarme a la experiencia. Crece el que se expone. Pobre y solo, queda el que se “esconde”.


“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.” Albert Einstein

… Porque la humildad es una virtud de los valientes…

3 comentarios:

grace dijo...

por lo que veo todos estan de vacaciones,GONZA no te desanimes lo tuyo es excelentey este blog invita a meditar en profundida nuestras realidades.
un beso grande

Anónimo dijo...

estoy de vacaciones pero desde la mitad del mundo igual sigo el blog... asique dale!! a seguir escribiendo!!! aca hay mucha montaña y cascada q invita a la meditacion...

beso grande!

Anónimo dijo...

bueno ya q el escritor oficial se tomo vacaciones... yo comparto algo que escribi...

corre,
busca su camino,
nunca se detiene

transparente,
con fuerza
corre
busca su camino
nunca se detiene

no hay piedras,
ni rocas,
ni puentes,
ni arbustos
capáz de detenerla
ella sigue,
corre,
busca su camino
nunca se detiene.

se deja ver,
se deja observar
se deja disfrutar
mientras sigue corriendo
buscando su camino
sin detenerse.

transmite paz,
tranquilidad
alegría
ganas de vivir
de imitarla,
de correr,
de seguir nuestro camino
y nunca detenernos.

ella tan simple como es
es capaz de dar vida
es indispensable para todo ser,
para las plantas, para los animales, para el hombre.

corre,
busca su camino
nunca se detiene.

(sentada en las rocas del rio vilcabamba, el agua que da vida!)