sábado, 27 de febrero de 2010

Soñar, desear, querer, vivir...

En unos días tomaré vacaciones. Tengo la intención de disfrutar. Voy predispuesto.

Quiero caminar, nadar, mirar paisajes, saltar troncos, escalar montañas, respirar hondo, aires nuevos, aires frescos. Quiero prender fuego y cocinar a las brazas. Quiero hacerlo a la tardecita mientras se abre paso la noche. Quiero hacerlo escuchando la música del lago, quiero quedarme envuelto en el silencio, quiero que el presente me visite a cada instante.

No quiero correr al pasado buscando formas viejas para interpretar el hoy. No quiero huir al futuro con la ansiosa ambición de tomar el control de lo imprevisible. Quiero estar ahí, cara a cara, delante de mi humana condición, vulnerable a mi mismo, sonriendo ante mi fragilidad, celebrando mi pequeñez y mi grandeza.

Quiero estar atento a los detalles más humanos y tan sagrados, como las miradas, las expresiones sutiles del rostro, a las cambiantes fragancias de los árboles, de las frutas, de las flores, a las brizas suaves, frescas, templadas y húmedas.
Quiero cantar suave y a los gritos para que resuene mi melodía en las laderas, en las estrellas y en los hielos cordilleranos.

Quiero caminar un rato de la mano y otro rato suelto, siempre en libertad, autónomo y en compañía.

Quiero escalar y cansarme. Quiero llegar a la noche rendido. Comer rico. Conversar. Leer un rato. Y darle un final a cada día. No quiero aferrarme nostálgico a lo que no pude hacer. Quiero perdonarme por no ser un super hombre omnipresente, omnisciente. Quiero superarme. No quiero autodestruirme. Quiero respetar mi medida propia.

Quiero descender por picadas desconocidas explorando los bosques, rastreando vertientes, soltando la espontánea sorpresa de un niño ante lo nuevo.

Quiero un café con leche a la mañanita y un mate a eso de las once. Quiero que el día sea una hoja en blanco lleno de posibilidades y rimas por construir, con infinitas sendas por transitar.

Me merezco esto y más. Por eso empiezo por soñarlo, por desearlo, por quererlo y ahora... por vivirlo.

martes, 16 de febrero de 2010

Confiar o defenderse de todo...

" ... Cuando la tensión flota en el ambiente y las personas no se sienten seguras para actuar con autenticidad o sinceridad, se refugian en el silencio o en la distorsión de la información. Si no hubiera nada que nos genere temor, no tendríamos necesidad de protegernos...".

La confianza es una poderosa energía. Se apoya en la firme esperanza y proporciona seguridad, optimismo, bienestar, alegría. La confianza nos hace más fuertes, más libres y también mejores. Por el contrario, el recelo lleva al temor, al malestar, a la insatisfacción. La duda, la inquietud, nos reprime, no nos deja actuar, dificulta que tomemos iniciativas, nos paraliza, sufrimos.

Me gusta pensar la confianza como la esperanza firme que se tiene de alguien o algo. La seguridad que alguien tiene en sí mismo. Ánimo, aliento, fe, vigor para obrar. Presencia íntegra en el aquí y el ahora.

El hombre generalmente no actúa solo, siempre tiene que haber alguien que lo ayude o apoye, alguien en el que pueda confiar. La confianza es fundamental para la vida del ser humano y fundamental en la amistad.

La confianza implica reciprocidad. Vamos depositando nuestra confianza en el otro al comprobar que no somos defraudados y, al mismo tiempo, porque experimentamos que también somos objeto de confianza. Esperamos, porque estamos convencidos de que vamos a recibir. Damos, porque a nosotros nos han dado.

Para registrar mi capacidad de confiar me hago estas preguntas…

 ¿En qué personas confío?
 ¿Qué cosas me favorecen el confiar y cuales no?
 ¿Ante que situaciones busco protegerme?
 ¿Qué cosas me gusta tener controladas?
 ¿Qué sentimientos no me gustan que aparezcan y los rechazo?
 ¿Qué cosas o situaciones mías vivo rechazándolas?
 ¿Descubro confianza en mi capacidad de pensar y de afrontar los desafíos básicos de la vida?
 ¿Experimento confianza en mi derecho de ser feliz, el sentimiento de ser digno, de merecer, de tener derecho a afirmar mis necesidades y a gozar de los frutos de mis esfuerzos?


Se puede construir confianza…


1. Demostrando interés genuino por el bien del otro
2. Cumpliendo con acuerdos y promesas
3. Demostrando valores claros y coherentes
4. Siendo abierto y sincero: mostrándose como realmente uno es
5. Estando al alcance (físico y emocional)
6. Generando resultados visibles
7. A través del conocimiento, pericia y experiencia
8. Desarrollando la capacidad de entender al otro (Empatía)
9. Teniendo experiencias constructivas en común
10. Logrando coherencia en el tiempo



La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas…