¿Cuál es la
medida de Pedro se pregunta Tito? Y, ¿cuál, la de Francisco?
Pedro es
mayor que Francisco, apenas un año. La contextura física de Francisco es
robusta, sólida, maciza.
La de
Pedro, en cambio, es… según diagnóstico médico, osteogénesis imperfecta de
grado II, llamada también “huesos de cristal”.
Es muy raro
que alguien con la enfermedad en ese grado pueda vivir. Pedro ya superó los 7
años. Cada día es un milagro.
Pedro y
Francisco compiten, como todos los niños. Francisco te empuja con fuerza y es
capaz de romperte algo, Pedro en cambio… se rompe todo. Pedro se rompe. Pero
hace unos pocos meses… empezó a caminar sin silla, ni andador ni bastones.
Pedro es un valiente, soñador, idealista. ¡Quiere jugar en los Pumas! Los
hombres de negro están que tiemblan.
¿Cómo
desarrollar a Francisco? ¿De que manera, qué pedagogía utilizar para que
Francisco despliegue todo su potencial?
¿Haríamos
lo mismo con Pedro?
¿Qué sería
para Pedro, desplegar todo su potencial? ¿Qué tengo que mirar y valorar, apreciar
y celebrar como logros y progresos en la vida de Pedro?
Sería una
catástrofe transpolar las pedagogías.
Tito y
María, los padres de Pedro y Francisco lo saben… la tienen bien clara. Por eso,
sin negar lo evidente, Pedro es un hijo más, que es mirado de manera única,
original y especial, como lo es Milagros, Agustina, Francisco, Clara, Juan y
Lucas…
Cada uno
tiene su propia medida, y la grandeza de los padres es descubrirla y facilitar
el desarrollo de cada uno… eso se llama amor, amor sin condiciones, dejar que
cada uno venga a contar su propia historia y a elegir su propio camino de
plenitud.
¿Cuál es tu
medida? La comparación puede resultar inapropiada, incluso destructiva.
1 comentario:
Me encanto!
Publicar un comentario