“La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se
terminan jamás de deshojar”
Mario Vargas Llosa
¿Querés
emprender y tenés miedo? ¿Sos emprendedor y sufrís la incertidumbre?
Bienvenido a la más cruda y fascinante
experiencia humana.
El futuro es
como el mar. Nunca sabés qué cosas acercará a tu orilla cada mañana. Algunos
desean el amanecer con esperanza y otros atraviesan la noche con angustia.
Describimos como
incertidumbre a todo aquello de lo que no tenemos certeza, o al menos algún
signo para caminar por terrenos firmes, previsibles, esperados.
La incertidumbre
es fuente de miedos y ansiedades. Es la inquietante idea de que no importa cuán
bien analizás y te preparás para una situación: siempre hay un elemento que se
escapa de tus manos. Esta percepción vulnera la posibilidad de sentirte en
control de tu vida, de la de los otros, y de todo lo que sea significativo para
vos. Y cuando te sentís fuera de control en tu vida, la ansiedad te arrastra
hacia esfuerzos frenéticos por volver a recuperar la ilusión de control total.
Remarco: “ilusión de control”.
No controlamos
nada. Te podés enojar con esto. Lo entiendo. Aunque sabés, en el fondo, qué es
así. La ilusión de omnipotencia nos atraviesa. Pero es sólo una ilusión.
La realidad es
una maestra tan eficiente como implacable: se encarga de refregarnos en la
cara, el hecho de que no es posible tener certezas, y sufrimos ansiedad, miedo,
angustia.
Las personas que
se aferran a la idea de controlar todo, viven muy infelices. No podés controlar
tu cuerpo, no podés controlar al otro en una relación, los líderes no pueden
controlar a sus equipos y mucho menos, un gobierno a sus habitantes.
La ansiedad por
querer tener todo bajo control nos deja infelices, insatisfechos, enojados,
tensos, exigentes, frustrados, violentos. Aspiramos a tener un nivel de control
que nos permita no sufrir frente a lo nuevo, distinto, imprevisible, por lo que
no se ajusta a nuestras expectativas, por miedo a perder lo que tengo, a no
conseguir lo que deseamos… Y, ¿cómo terminamos? ME – DI – CA –DOS. Y nos mandan
a meditar, respirar, hacer deporte, nadar, distraernos, etc. (Ojo, Apruebo,
apoyo, fomento y prescribo estas cosas; aunque las considero complementos de un
cambio interior… y ahora que releeo, hasta pueden provocar ese cambio).
Entonces… ¿no se puede hacer nada? ¿Caminamos hacia la
resignación?
No es cierto que
no sepamos nada de lo que ocurrirá, y sí es cierto que no controlamos todo.
Aceptar es la clave… y también…
1.
Podés influenciar, y
protagonizar, podés generar condiciones para favorecer que las cosas sucedan…
2.
Podés desarrollar la
autoconfianza en la capacidad de resolver lo que se vaya presentando. De hecho,
seguro tenés mucha evidencia de haber atravesado mil situaciones sin saber cómo
iban a terminar y hemos llegado a buen puerto, o al mejor de los puertos.
3.
Podés preguntarte: ¿Incertidumbre
respecto de qué? Al menos, a mí me sirve para saber en concreto qué es lo que
despierta mi ansiedad, o mi miedo. Identificarlo para gestionarlo mejor,
desenmascarar al enemigo y mirarlo de frente.
4.
Podés desarrollar la conciencia
y el registro de lo que están pensando para frenar en tu mente la construcción
de escenas apocalípticas.
5.
Podés hacer memoria de las
veces que imaginaste lo peor y jamás sucedió.
6.
Podés meditar este mantra:
“Este presente, es aquel futuro que en el pasado me daba tanto miedo…”
7.
Podés meditar, respirar, nadar,
hacer deporte, armar rompecabezas, bailar, cantar…
Creo que el
desafío del desarrollo de una persona está en aumentar su grado de conciencia
para detectar cómo está, qué está pensando y sintiendo en el aquí y ahora de su
existencia; despertar habilidades, diseñar acciones y consolidar
comportamientos que nos acerquen a lo que queremos ser y a cómo queremos vivir.
Saber qué es, en
concreto, lo que te está generando ansiedad, inquietud, miedo, desconfianza, te
permite acercarte a eso que vivís como incertidumbre. De esa manera podrás ser
protagonista de tus decisiones y empezar a vivir en paz el acontecer humano en
medio de tus circunstancias.
Publicado por el Diario La Nación en 21 de diciembre de 2014